EL PSICÓPATA: UN HOMBRE ESPECIAL DEL QUE CONVENDRÁ………¡HUIR!

Son encantadores, románticos y persuasivos; pero también…mentirosos, tramposos y dañinos. ¡Aprenda a detectarlos!

Después de años de análisis del comportamiento de los hombres, Susan Forward estableció que existen distintos tipos, como el “sociopático” y que nosotros llamaremos “psicopático”.

Lo que los excita, lo que mayor satisfacción les produce es engañar a la mujer que los ama y se juega por ellos y… lo hacen sin la más mínima preocupación por el daño o el dolor que puedan causarle.

A pesar de que juren y perjuren, los psicópatas tienen pocas posibilidades de cambiar; y si por “naturaleza” engañan a todo el mundo: ¿por qué no lo harían también con su propia mujer?

Veamos cuáles son sus características, para saber si hemos convivido con alguno de ellos sin darnos cuenta, y también conozcamos cómo hacerles frente, ya sea para continuar con la relación o para alejarnos definitivamente.

La gran mayoría se caracteriza por ser:

Locuaces y persuasivos.
Impulsivos e inquietos. Se aburren con facilidad y necesitan estimulación constante.
Expertos en declaraciones de amor y de devoción para obtener lo que desean.
Incapaces de manifestar sentimientos de culpa o angustia.
Especialistas en hacer hipócritas promesas de enmendar su comportamiento si son descubiertos en mentiras.
Incapaces de aprender de experiencias previas.
Expertos en culpar siempre a los otros por sus errores.
Incapaces de vínculos estrechos, pues engañan reiteradamente a su pareja.
Insisten en obtener apoyo y comprensión incondicionales; y responden a los cuestionamientos con acusaciones de no ser amados.

H. Cleckey brinda da una serie de criterios diagnósticos:

Inexistencia de alucinaciones o de pensamiento irracional.
Ausencia de nerviosismo o de manifestaciones neuróticas.
Encanto y notable inteligencia.
Egocentrismo patológico e incapacidad de amar.
Gran pobreza de reacciones afectivas básicas.
Vida sexual impersonal, trivial y poco integrada.
Falta de sentimientos de culpa y de vergüenza.
Indigno de confianza.
Insinceridad.
Incapacidad para seguir un plan de vida.
Conducta antisocial sin remordimiento.
Amenazas de suicidio raramente cumplidas.
Falta de capacidad para aprender de la experiencia.
Irresponsabilidad en las relaciones.
Conducta fantástica y tendencia al consumo de alcohol y drogas.

Kurt Schneider, describe diferentes tipos:
Hipertímicos
Depresivos
Inseguros
Fanáticos
Necesitados de estima
De ánimo lábil
Explosivos
Desalmados
Abúlicos
Asténicos

Pero, en situaciones críticas son sumamente eficaces.
Fue Susan Forward quien comparó la actitud del psicópata con la del escorpión, al que se considera paradigma de traición.

Según ella, los psicópatas mienten porque en el fingimiento y engaño…reside su “esencia”.

Pero ellas también tienen lo suyo…

Ellos engañan una y otra vez, pero ellas… insisten en creerles!.
En realidad se da una complementación perfecta entre un hombre que no concibe la vida sin un poco de riesgo, encanto y acción y una mujer que por no haber elaborado viejos conflictos infantiles relacionados con la idealización de padres omnipotentes, termina “durmiendo con el enemigo”.

¿Qué hacer: seguir o cortar la relación?

Para Forward la psicoterapia tradicional es ineficaz con los psicópatas, dado que carecen de los elementos internos fundamentales, necesarios para cualquier tipo de experiencia terapéutica exitosa. Y entre ellos está la capacidad de simbolizar sus necesidades antes de llevarlas a la acción.

Si un hombre con estas características decidiera consultar a un psicoterapeuta intentaría convencerlo, de que él maneja sus conflictos. Y aún en tratamiento, mentiría sobre su historia, su presente y sus dificultades e intentaría seducir al profesional.
En el hipotético caso de que iniciara una terapia, lo haría a raíz de problemas sexuales o por algún desengaño afectivo; pero jamás con la idea de producir una cambio.

La autora dice: “Casi toda mujer involucrada con un sociópata, en algún momento, reconoce que no puede seguir siendo su pareja. A veces, ocurre de repente, cuando algún acontecimiento origina una crisis final. Puede ser el descubrimiento de una cuenta bancaria vacía, la notificación de rescatar una hipoteca que él juró que estaba pagando, enterarse de otra infidelidad después de prometer ser leal, etc.” .

Contacto cero

Habitualmente quien demanda tratamiento para mejorar su autoestima y dejar de sufrir es la mujer que convive y se da cuenta de que su relación ha sido el peor “negocio” de su vida.

Después de dejar a uno de estos hombres, lo más recomendable para la salud mental será concentrarse en aspectos prácticos hasta que él se haya ido definitivamente, ya que su presencia impedirá y saboteará cualquier intento de curación.

Enfermos de la conciencia

Según Forward, entender a los psicópatas puede convertirse en una especie garantía para evitar involucrarse con ellos en el futuro.
Mientras existen personas enfermas del cuerpo o de la mente, hay otras que padecen de la conciencia, caso específico de los sociópatas.
Este tipo de hombre tiene grandes carencias y, sin embargo, puede ser el mejor amante del mundo y el hombre más romántico con el que una mujer haya estado jamás. Pero, a pesar de la fascinación que producen y del aura de emoción y drama que generalmente los rodea, son incapaces de amar. Actúan sin preocupación por nadie ni por nada, excepto su propia gratificación.

Algunas cuestiones

1. Causas de las conductas psicopáticas
Según el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”, el trastorno se llama: Trastorno antisocial de la personalidad, cuyo patrón es el desprecio y la violación de los derechos de los demás.

Pertenece al grupo B que incluye:
a. Trastorno antisocial
b. Trastorno límite de la personalidad
c. Trastorno histriónico.
d. Trastorno narcisista de personalidad

Los sujetos que pertenecen al grupo B son dramáticos, emotivos e inestables.
Como en las neurosis y psicosis, en el origen de las psicopatías intervienen factores heredobiólógicos y psicosociales.
En las familias de los psicópatas abundan los alcohólicos, los drogadictos, histéricos y los antisociales.

Características fisiológicas estudiadas por el Dr. R. Hare (Libro: “Sin conciencia”, 1993) revelan que “el cerebro del psicópata está menos lateralizado, sus funciones lingüísticas están menos concentradas en el hemisferio izquierdo y sus funciones emocionales, están menos localizadas en el hemisferio derecho”.

Según Hare, su personalidad se relaciona más con la ausencia de miedo y ansiedad que con factores cognitivos y motivacionales y conduce al psicópata al no prever que sus transgresiones sociales serán sancionadas.
Los factores heredobiológicos son la condición necesaria pero no suficiente para la conformación de una personalidad psicopática.

Factores psicosociales como:
a. El desamparo infantil, producto de la separación de los padres y por el alejamiento del padre del hogar (más que por muerte).
b. La falta de cariño o el rechazo relativo de uno o ambos padres.
c. El ser un hijo no deseado y a veces castigado.
d. Procedimientos educativos inadecuados, por defecto o por exceso: normas contradictorias, sanciones inoportunas y arbitrarias, malos ejemplos de socialización en los padres.
e. Modalidad familiar de actuar impulsivamente en vez de realizar acciones diferidas.
f. Dificultades para sobrellevar la angustia y la culpa en el plano mental en vez de actuarla.
g. Inadaptación a la realidad y la pretensión de que la realidad se adapte a sus deseos infantiles.

2. ¿Sociópatas o psicópatas?
Los psicópatas perturban el orden social. Actúan y hacen actuar a los demás. Como no son conscientes de sus conflictos infantiles, los repiten impidiendo adaptarse a las normas que, en una cultura determinada rigen las relaciones interpersonales. Se manejan con códigos propios. Más que antisocial su conducta es asocial, según Freyhan.
Por eso muchos autores los denominan sociópatas en vez de psicópatas.

A diferencia de los neuróticos que sufren ellos mismos, los psicópatas hacen sufrir los demás.
Son personalidades que:
a. Presentan anestesia afectiva con la falta de culpa.
b. No hay aprendizaje a través de la experiencia.
c. No responden al premio o al castigo.
d. Su conducta es crónica e irreversible.
e. Tienen una incapacidad total o parcial de diferenciar entre el bien y el mal.

3. La manera de manifestar su comportamiento, ¿es intencional, consciente o inconsciente?
Su conducta responde a un tipo de personalidad; “un modo de ser y actuar respecto de sí y de los demás”. No están calculando fríamente cómo actuar. Generalmente, tienen la capacidad de intuir o adivinar la dinámica intrapsíquica del otro para identificarse, conocer sus puntos vulnerables y sus urgencias a fin de aparecer ante los ojos de su víctima como un “salvador”. Luego a través de esta relación especular, consiguen vaciar al otro de sus “bondades” en beneficio propio. Todo este mecanismo es en parte inconsciente y en parte consciente. Pero como para ellos no está clara la diferencia entre el bien y el mal y aunque fuera totalmente consciente, aunque advirtieran el daño al prójimo, igual lo harían, porque esto les da sensación de triunfo y dominio.

4. ¿Qué responsabilidad tiene la mujer que lo acompaña en el desarrollo de este tipo de personalidades?
El partenaire del psicópata, suele ser una persona depresiva, dependiente o fóbica con tendencia a idealizar las características que le faltan como: audacia o ausencia de miedo, arrogancia, autoafirmación, tendencia a la satisfacción inmediata de los deseos, falta de escrúpulos, falta de sentimientos de culpa y autorreproche, omnipotencia.
La compañera es ciega a este tipo de patologías porque necesita una persona que le dé sensación de seguridad, de poderío, de ausencia de temor a la muerte y a las sanciones sociales.

La pareja, por su déficit en el proceso de individuación tarda en advertir que está siendo usada, no respetada en sus derechos más básicos y avasallada; y por no perder a su “socio” tolera cada día más, a costa de tergiversar la realidad del vínculo de sometimiento que tiene con él.
Cuando lo advierte puede llegar a reaccionar con violencia y furia.

5. Un psicópata, ¿puede tratarse y cambiar?
En principio, para que una persona consulte con un psicólogo es porque siente angustia o culpa, o cierta molestia por su inadaptación social. Pero, estas personas, generalmente tienen éxito social ya que nuestra sociedad parecería premiar a este tipo de personas avasalladoras, arrogantes, simpáticas, decididas, etc.

Según las estadísticas el 3 % de la población masculina y el 1% de las mujeres en los países occidentales sufre este trastorno. Nuestra cultura fomenta “el éxito a cualquier precio”. Pero como en todo cuadro, hay gradientes que van desde el “psicópata integrado a la sociedad” que tiene la habilidad de ocultar su enfermedad, camuflarse y aparecer como normal (y cuando no “benefactor” de la sociedad aunque sean personalidades perversas), hasta los sociópatas delincuentes que pueblan las cárceles, de bajo nivel intelectual y de socialización.
Ni unos ni otros piden ayuda, salvo que su psicopatía no sea muy marcada y pidan ayuda por otro problema.

6. En caso afirmativo, ¿cómo se trabaja con ellos?
En el hipotético caso de la consulta y dado que no responden al temor a la sanción social pero sí necesitan ser estimados, se puede trabajar con ese aspecto de su personalidad.
Desde ya que cuando sea posible, convendrá llevarlos al recuerdo de las situaciones conflictivas no resueltas de la infancia para que no las dramaticen en el plano de la acción.
En última instancia, es preciso restablecer un código de ética y facilitar los mecanismos de identificación y empatía con el otro.

7. ¿Qué seduce de ellos?
Las mujeres tímidas, culposas, con tendencia a fracasar en sus relaciones interpersonales por sus características psicológicas de temor y apego pueden creer que si estuvieran acompañadas por un hombre de las características mencionadas, estarían a resguardo de los peligros que entraña la vida. Con un psicópata se pueden sentir seguras y protegidas, sin advertir que son tratadas como una parte de ellos, como una “cosa” y para fines ajenos a los propios. Creen que están con un “bon vivant” que les puede enseñar a vivir sin temores. La relación es totalmente especular y a pura pérdida para ellas. Deberían analizarse.

8. ¿Ellos son victimarios absolutos?; ¿cuáles son sus temores y debilidades?; ¿qué esconden este tipo de personalidades?
En la medida en que están deficientemente socializados y no tienen un patrón de conducta que permita discriminar entre el bien y el mal y que por su trastorno tienen anestesia afectiva, son victimarios más allá de que se lo propongan. En realidad no saben actuar de otro modo.
Este tipo de personalidad esconde ansiedades psicóticas (primarias, desorganizantes, etc.).
Se compara al psicópata con el enfermo psicosomático, en el sentido que tanto uno como el otro, si no desarrollaran estos comportamientos se psicotizarían. Temen quedar expuestos a los perseguidores, ser humillados, ser vaciados de contenidos valiosos, y depender de alguien que los esclavice de por vida.

9. ¿Qué son los psicópatas?
Los psicópatas no son ni locos, ni cuerdos: son simplemente personalidades anormales, que tienen una especial manera de ser y de relacionarse con los demás que desentona con el resto de una comunidad determinada.
Ellos son diferentes porque tienen necesidades diferentes que satisfacer y por eso utilizan recursos poco habituales para su satisfacción.

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