Archive for October, 2006

AMORES IMPOSIBLES

Thursday, October 26th, 2006
ESPECIAL PARA “TIEMPOS DEL MUNDO”, 26/10/2006

Doria Constanza Lizcano

Un cupido equivocado. ¿Por qué nos enamoramos de una persona cuando sabemos que nunca alcanzaremos su amor? Hablan los expertos.

La historia del escritor alemán Johan Wolfang von Goethe sobre el amor infeliz de Werther por la bella Charlotte, provocó en el mundo una ola de suicidios entre los jóvenes enamorados y excesivamente impresionables de su época.

Más afortunado fue Jorge VIII, quien renunció al trono de Inglaterra en 1936 para casarse con la estadounidense Wallis Simpson. Su amor resistió el embate de las presiones. Pero los amores imposibles no siempre tienen finales de telenovela rosa.

A muchos les ha ocurrido en diferentes momentos de su vida: enamorarse y no poder concretar la relación amorosa.

Según la doctora Iris Pugliese, psicóloga y codirectora del Centro Psicoanalítico Argentino, los amores imposibles remiten al complejo de Edipo: “Cada chico se enamora del progenitor del sexo opuesto en un amor imposible. Todos los amores imposibles remiten a esa vieja situación edípica donde el chico sabe que no va a concretar nada; no obstante, no lo puede evitar”.

Los expertos han identificado cuatro tipos de amores imposibles. El primero se resume con una frase célebre de Sigmund Freud: “Uno siempre se enamora de un fantasma”. Consiste en idealizar el ser amado, adjudicándole rasgos y valores similares a los que uno siempre ha soñado.

“En estos casos, sólo identificamos lo virtuoso de ese ser humano y desechamos sus defectos”, dice el psicólogo Ricardo Burgos, de la Universidad Nacional de Colombia. “Cuando nos damos cuenta de que el ser amado también es mortal, viene el desencanto y la desilusión”.

Otro tipo de amor imposible es el narcisístico. “Es un amor basado en el egocentrismo llevado al extremo”, agrega el Dr. Burgos. “Las personas se enamoran tanto de sí mismas que nunca llegan a enamorarse de otra; son personas insatisfechas amorosamente que jamás encuentran a alguien como ellos mismos. Siempre están en una búsqueda del ser amado ideal”.

También está el caso de los “amores delirantes”, que tienen un componente psicopatológico profundo. En esta categoría caben los amores platónicos, en los que se establecen fantasías con personajes públicos.

“Si la persona no establece desde un principio que su amor es imaginario e imposible puede llegar a perder el sentido de las proporciones y de la realidad. En medio de su obsesión y delirio, puede pensar que las letras de la canciones de un artista, su ropa o sus declaraciones están dedicadas a ella”, indica el Dr. Burgos.

Y están los “amores difíciles” que, según la psicóloga Sonia Díaz, de la Universidad de los Andes, en Bogotá, Colombia, “son amores transitorios, producto de una situación coyuntural o de una atracción física o sexual momentánea”.

Aunque los expertos aseguran que no hay fórmulas para contrarrestar las secuelas emocionales de un amor imposible, sí hay algunas tácticas o alternativas que funcionan en ciertos casos.

“Hay personas que borran todos los recuerdos de esa relación. También hay quienes escriben un diario, porque escribir sobre la propia desgracia tiene un efecto terapéutico y marca una distancia con los hechos. Otros creen que orar o buscar una experiencia religiosa ayuda a superar el trauma. Y están las que se vuelven adictas al trabajo y al estudio mientras que otras se abocan a poner en práctica el dicho popular: un clavo saca otro clavo”, dice el Dr. Burgos.

La Dra. Díaz tiene otra opinión: “Hay que dejar decantar los hechos para analizarlos mejor. Porque el tiempo cura más que los psicólogos. Pero en cualquier caso, siempre hay que recordar que el fin de una relación no es el fin del mundo”, afirma la experta.

Sea como fuere, quizás lo mejor sea buscar el amor donde sabemos que podemos encontrar algo real: un compañero o una compañera con quien compartir todos los momentos de nuestra vida. TDM

Conviene saberlo:

  • Aislarse y encerrarse en sí mismo es un error.

  • Si no encuentra una solución al conflicto, acuda al especialista. Las terapias para elevar la autoestima son muy efectivas.

PORTADORES DE APELLIDO: EL GRAN HERMANO

Saturday, October 14th, 2006
Revista Noticias, Sección Costumbres, 14/10/2006

Por Ana Pere Vignau aperevignau@perfil.com.ar

El mundo de la farándula está lleno de competencias fraternas. Colgados de la fama, injustos segundos planos y rivalidades. Exitómetro caprichoso.

Si todo sale bien, los dos logran la gloria. Pero no pasa casi nunca. Cuando alguien decide hacer lo mismo que su hermano famoso, lo más seguro es que quede envuelto en un tornado de comparaciones. Y ya se sabe que son odiosas. Así y todo, no son pocos los que hacen el intento. Están los que arrancan juntos y, por h o por b, uno de los dos queda tecleando por el camino. O los que “se cuelgan” del éxito de su pariente cercano y hacen abuso de apellido. También hay varios que logran el efecto sube y baja: se alternan por épocas para vivir su gran momento. Incluso figuran en la lista aquellos injustamente eclipsados por la célebre figura fraterna. Ejemplos, de todos, a montones.
Nadie puede negar que si alguien merece ser Santa Patrona de esta nota es Silvia Legrand. Hoy cultiva el perfil bajo, pero la vida de “Goldie” no siempre fue así. Arrancó la carrera artística junto con Mirtha, en la película “Hay que educar a Niní” (1940). Y después de trabajar con y sin la “Chiqui”, decidió retirarse del mundo del celuloide. La cosa quedó así: Silvia se convirtió en perfecta ama de casa y su gemela en diva nacional. El medidor de éxito (el exitómetro) nunca quedó más desparejo en esta dupla. Pero, en apariencia, todo fue buscado.
Claro que la cosa se complica cuando surge la rivalidad. “El éxito o el fracaso laboral o social puede indicar tanto mayor aptitud para la carrera elegida como el grado de sentimientos de amor, hostilidad y culpa inconscientes que perpetúan una disputa que en sus orígenes se refirió al cariño por los padres -señala la psicóloga Iris Pugliese-. Si aquel niño que se sintió menos querido por sus padres ya de adulto fracasa en el mismo ámbito de competencia que su hermano confirmaría así su antigua sensación de ineptitud que retroalimentaría su hostilidad fraterna y deprimiría aún más su autoestima”.

Inseparablemente juntas.

Una es top y la otra da los primeros pasos sobre la pasarela. Es que, Natalia es casi tan linda como Julieta. Casi. Por eso, quiso tomar distancia de la competencia y se fue a trabajar de modelo a Chile. Pero no se aguantó y hoy recibe el empujoncito de la Prandi conocida. “Le estoy dando una mano porque no conoce mucho el medio. Estamos juntas en Multitalent, y a mí me cae muy bien que sea modelo”, advirtió Julieta a revista Caras. Y se ocupó de agregar que entre ellas “no hay celos” y que la suya no se parece “ni ahí” a la relación de Geraldine y Nicole Neumann, dos rubias hot que la rivalidad las llevó a retirarse la palabra.
“La relación entre hermanos siempre encierra sentimientos amorosos y hostiles, por eso se habla del ‘complejo fraterno’, que cumple muchas funciones en la estructuración de la personalidad -detalla Pugliese-. Asimismo los conflictos no resueltos en la relación con los padres pueden trasladarse al vínculo entre hermanos en un intento por resolverlos”.
Dos años más grande que Emilia, Agustina Attías busca arañar algo del halo de celebrity estival que obtuvo su hermana vedette-modelo. Viven juntas, se prestan la ropa, las dos son lindas y también comparten la adoración por actuar. ¿La diferencia? Una es preceptora en un colegio del barrio de Colegiales y hace changas como promotora y la otra se calza las plumas en las obras más exitosas del teatro de revistas. “Nunca hubo competencia -se ataja Agustina-. Es complicado entre hermanas mujeres pero nos llevamos bien. Yo tengo un perfil más bajo que el de Emilia, porque uso el sueldo de mi trabajo para pagarme los estudios. Sé que ella puede darme una mano, pero prefiero hacerme de abajo”.

Otra que está destinada a ser la sombra de su hermana conocida es Natalia Pastorutti. Hay quienes dicen que la talentosa es ella, la más tímida y reservada. Dos años menor que “la Sole”, acompaña a la cantante de Arequito, Santa Fe, en los shows. Sin embargo, no ganó el mismo trato que la llamada “diva de los ponchos”. Quedó algo relegada. “En la familia, cada uno sabe el rol que ocupa. Yo también participo y canto pero la artista es Sole. Me propusieron grabar un disco solista pero ahora estoy con la facultad, estudiando abogacía y no hay mucho tiempo.”, confiesa Nati, siempre al pie del cañón cuando la famosa de la casa necesita un consejo o que la acompañen el primer día a un gimnasio nuevo. La star del folclore aclara: “Todo lo que soy se lo debo a mis padres, pero no me imagino una vida sin Natalia, sin tenerla cerca, siempre presente”.

Sean unidos.

Pero no deberían preocuparse los que no triunfan como aquellos de su misma sangre. Según la licenciada Pugliese “cada persona tiene sus propios dones o virtudes que debería atreverse a investigar por sus propios medios”. Verdad es que no siempre es así y son muchos los que se sienten tentados a “colgarse” de la fama del hermano.
Suspiró con sacarse a las chicas de encima como Mariano, “el actorcito de la familia”. Sin embargo, Diego Martínez no tuvo tanta suerte. Eso sí, vivió su minuto de fama (casi literal). Desplegó un sobrevuelo fugaz por la farándula que incluyó rol de notero en magazine de América. conducción de “Música Total” por Canal 13 y también calentó silla en la mesa de “Polémica en el bar”. “Mi sueño es vivir de la actuación”, confesó esta promesa de estrella que hoy no liga ni un bolo.
Quien tiene líos con esto de seguir ciertos mandatos familiares es Gianfranco Macri. Su hermano Mauricio aparece como el empresario ejemplar que, además, supo casarse con la más linda. En cambio, el rechoncho del poderoso clan no es lo que se dice el predilecto. Sobre él suelen recaer los negocios secundarios de los Macri: un restaurante en Punta del Este, el golf de Buenos Aires y asuntos menores.

Mucho más que dos.

“Cuando los hermanos más allá de la infancia y adolescencia deciden continuar por la misma senda de la vida y seguir ligados a través de la elección de la misma profesión o trabajo, es posible que el deseo de perpetuar el vínculo fraterno-solidario sea más intenso que el de individuarse y de arriesgarse a enfrentar la vida en soledad. Del mismo modo puede indicar que el ‘complejo fraterno’ sigue vigente y pugna por encontrar una resolución en un ámbito que no es el familiar, sino el social”, precisa Pugliese.
Ah, la fama. No poder salir a comer, gastar miles de billetes en vidrios polarizados y gorras de béisbol para no ser reconocidos, zigzaguear fans, ser adorado, vivir en una chacra de barrio cerrado. Muchos creen que todo eso forma parte del ADN y que alcanza con la fama del hermano para abrir cualquier puerta. Pero a veces los genes parecen no ser tan infalibles.
Otra que está destinada a ser la sombra de su hermana conocida es Natalia Pastorutti. Hay quienes dicen que la talentosa es ella, la más tímida y reservada. Dos años menor que “la Sole”, acompaña a la cantante de Arequito, Santa Fe, en los shows. Sin embargo, no ganó el mismo trato que la llamada “diva de los ponchos”. Quedó algo relegada. “En la familia, cada uno sabe el rol que ocupa. Yo también participo y canto pero la artista es Sole. Me propusieron grabar un disco solista pero ahora estoy con la facultad, estudiando abogacía y no hay mucho tiempo.”, confiesa Nati, siempre al pie del cañón cuando la famosa de la casa necesita un consejo o que la acompañen el primer día a un gimnasio nuevo. La star del folclore aclara: “Todo lo que soy se lo debo a mis padres, pero no me imagino una vida sin Natalia, sin tenerla cerca, siempre presente”.
Sean unidos. Los lazos fraternos pueden llegar a ser cosa seria. Sin embargo, “mellizos” que deciden seguir el mismo rumbo ya es palabra mayor. Idénticos, futbolistas, pero con talentos diferentes. Tiempos difíciles, en este sentido, para Gustavo Barros Schelotto. Mientras Guillermo se agranda cada vez más como ídolo de Boca aún sin jugar, él patea sin pena ni gloria en clubes internacionales Clase C después de haber pasado por Gimnasia de La Plata. Encima, tiene que aguantar que su “twin” sea el jugador argentino mejor pago del país: se lleva 575 mil dólares por año. Pocas situaciones tan desparejas.
Pero no deberían preocuparse los que no triunfan como aquellos de su misma sangre. Según la licenciada Pugliese “cada persona tiene sus propios dones o virtudes que debería atreverse a investigar por sus propios medios”. Verdad es que no siempre es así y son muchos los que se sienten tentados a “colgarse” de la fama del hermano.
Suspiró con sacarse a las chicas de encima como Mariano, “el actorcito de la familia”. Sin embargo, Diego Martínez no tuvo tanta suerte. Eso sí, vivió su minuto de fama (casi literal). Desplegó un sobrevuelo fugaz por la farándula que incluyó rol de notero en magazine de América. conducción de “Música Total” por Canal 13 y también calentó silla en la mesa de “Polémica en el bar”. “Mi sueño es vivir de la actuación”, confesó esta promesa de estrella que hoy no liga ni un bolo.
Quien tiene líos con esto de seguir ciertos mandatos familiares es Gianfranco Macri. Su hermano Mauricio aparece como el empresario ejemplar que, además, supo casarse con la más linda. En cambio, el rechoncho del poderoso clan no es lo que se dice el predilecto. Sobre él suelen recaer los negocios secundarios de los Macri: un restaurante en Punta del Este, el golf de Buenos Aires y asuntos menores.
Mucho más que dos. Los hermanos del espectáculo parecen ser una raza con comportamientos propios. Hay duplas que se sacan chispas, otras que beben de la fama ajena y también están las que conviven en la pantalla con aparente armonía. Es el caso de las hermanas Pais. ¿Quién es más popular? Lo de ellas parece darse como en una montaña rusa. Si bien los ’90 fueron de Federica, lo cierto es que hoy Ernestina está mejor posicionada. Puros caprichos del exitómetro mediático. O ráfagas de suerte.
“Cuando los hermanos más allá de la infancia y adolescencia deciden continuar por la misma senda de la vida y seguir ligados a través de la elección de la misma profesión o trabajo, es posible que el deseo de perpetuar el vínculo fraterno-solidario sea más intenso que el de individuarse y de arriesgarse a enfrentar la vida en soledad. Del mismo modo puede indicar que el ‘complejo fraterno’ sigue vigente y pugna por encontrar una resolución en un ámbito que no es el familiar, sino el social”, precisa Pugliese.
Ah, la fama. No poder salir a comer, gastar miles de billetes en vidrios polarizados y gorras de béisbol para no ser reconocidos, zigzaguear fans, ser adorado, vivir en una chacra de barrio cerrado. Muchos creen que todo eso forma parte del ADN y que alcanza con la fama del hermano para abrir cualquier puerta. Pero a veces los genes parecen no ser tan infalibles.

VIDA DE PERROS…GLAMOROSA

Friday, October 6th, 2006
REVISTA PARA TÍ Nº 4394, SECCIÓN ACTUALIDAD, 6/10/06

Por M. Cociffi. Asesoramiento: Lic.Iris Pugliese

Son mucho más que una mascota. Toman sol sobre almohadones de broderie, disfrutan de sesiones de reiki, duermen en hoteles cinco estrellas y usan ropa de marca. Te contamos quienes son y cómo pasan sus días estos perros y perras con vida de celebrities.

“Los perros hablan de su amo”

Por Iris Pugliese

Algunas personas se jactan de que sólo puede existir una simbiosis perfecta: la del perro y su amo, y pretenden perpetuar esa relación a través de un mayor conocimiento de la psicología animal. Pero qué pasa con la psicología de la persona que trata a su mascota como a una persona, como a un integrante más de la familia, que sostiene que hay una mutua comprensión, aún sin mediar un lenguaje común, que el perro percibe y se identifica con los estados de ánimo de amo, que es su mejor amigo, que no pueden confiar en sus congéneres pero sí en el perro; viajan, concurren a su lugares de trabajo con sus mascotas; que evitan el contacto físico con otro humano para no generarles celos.

Sospecho que en la mascota se depositan aspectos idealializados de la propia persona, como pueden ser la ternura, la agilidad, los deseos de seguir jugando a pesar de la edad; que garanticen el apego hacia un ser visto como plenamente confiable e incondicional, un ser del que no se puede dudar de la genuina alegría ante la presencia de su amo. Desde ya que un vínculo así mejora la autoestima y permite recuperar los aspectos infantiles. Y de la misma manera que algunas personas tienen un feeling especial con perritos cariñosos y juguetones, otros buscarán perros guardianes o marcadamente agresivos con la gente extraña.

Estos perros también hablan de su amo y de cómo éste establece su relación con el entorno. Por eso, se podría agregar: dime con qué perro te identificas y te diré ago más de tu relación con tu entorno social.

LOS HERMANOS SEAN UNIDOS

Sunday, October 1st, 2006

Revista Cosmopolitan, 1º/10/2006

Según varios estudios, la relación entre pares es más fuerte que la que se tiene con los padres. ¿Mito o realidad?

Se alían, se pelean, se imitan, se repelen, y –más allá de las idas y vueltas- pasan un tercio del día juntos. Investigadores de todo el mundo aseguran que, dentro y fuera de la familia, el llamado “vínculo horizontal” es el lazo más fuerte de todos. ¿Los padres ya no influyen como antes? Todas las opiniones.

En las primeras hojas de un libro nuevo, Iván -nueve años, pelo dorado, dos murallas en los dientes de adelante- escribió una dedicatoria. “Para Julia mi hermana que odio: cuando termines el libro dámelo. Chau. Te odio y te quiero mucho”. En la familia dicen que Iván nunca le había escrito a su hermana algo tan lindo. Algo tan sentimental. Y cuando Julia –once años- lo vio, le contestó algo previsible: “Gracias, Iván. Yo también te odio y te quiero”.

Esa es, quizás, la mayor coincidencia entre ellos.

Debe ser ese rechazo que tiene tanto que ver con el amor, esa inevitable forma de estar juntos, esa condena dura pero a la vez estupenda de crecer con hermanos, lo que llevó a que varios investigadores –en Canadá, Estados Unidos y Europa- se animen a decir en masa, y en estos últimos tiempos, que las relaciones de hermandad marcan más la personalidad que las que existen con los propios padres. Estos estudios están basados, principalmente, en una hipótesis discutible: como los padres trabajan todo el día afuera, y como las niñeras obedecen órdenes y no entran en el terreno de “formación de valores” de la vida familiar, lo único que hay a mano es un hermano.

Este sorprendente paradigma está basado en números: un relevo hecho en 1996 por la Universidad de Penn State (Estados Unidos) subraya que, para el momento en que un chico tiene once años, pasa el 33 por ciento de su tiempo libre con sus hermanos (un número que supera al tiempo con amigos, padres, docentes o en solitario). “En general, los padres son como los directores de un hospital –comparó el psicólogo Daniel Shaw, uno de los investigadores de Penn State-. Y los hermanos son como las enfermeras de guardia: están cerca todos los días”.

Un paseo por los medios puede respaldar, al menos en parte, esta hipótesis. Darío Lopilato asegura que entró en la actuación por influencia de su hermana menor, Luisana (un itinerario que también se reptió con Tomás y Dolores Fonzi). Sebastián Ginobili fue tan influyente en su familia que sus dos hermanos –Leonardo y el Manu- terminaron jugando al básquet como él. Javier y Andrés Calamaro, aunque desde esquinas distintas, se dedicaron ambos a la música. Raúl Castro es la única persona en la que Fidel confió al momento de delegar el mando en Cuba. Y Diego Maradona le debe a su hermano Hugo (El Turco) el inolvidable gol a los ingleses, durante el mundial de México ‘86. Según él mismo contó varias veces, había hecho la misma jugada en 1981, durante un amistoso contra Inglaterra. Pero al llegar al arco, en vez de amagar ante el arquero y eludirlo, pateó y la pelota quedó afuera por poquito. Un rato después Maradona recibió la llamada de Hugo: “¡Boludo! No tendrías que haber tocado… –le dijo-. Si vos le amagabas, enganchabas para afuera y definías con derecha, entraba… ¿entendés?”. Cinco años después Maradona volvió a tener la oportunidad, y demostró haber entendido. “Definí como mi hermano me había dicho”, explicó en su autobiografía.

¿Los hermanos son, entonces, nuestros nuevos padres? Aunque todo suena interesante, la insistencia en encontrar causales únicos para entender quiénes somos pone nervioso a más de uno. “Me indigna esta soberbia de hacer interpretaciones generales a partir de una sola variable -se enoja María Esther de Palma, miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar-. En la formación de nuestra personalidad inciden todas las influencias imaginables: desde los hermanos, hasta la época y el país en que vivimos… Si los padres están afuera trabajando todo el día, eso no tiene por qué ser visto como una ausencia: si el criterio de autoridad es claro, y los padres dejan casi todo pautado antes de irse, los hijos siguen ese orden”.

¿Nos gusta? La anécdota circuló por la familia una, dos, mil veces. Cuando María Celeste y Jimena eran dos niñas, y alguien le ofrecía algo a Jimena (tres años menor), ella miraba a su hermana y le hacía la pregunta de rigor: “¿Nos gusta, Cel?”. Recién ahí, si la respuesta era un “nos gusta”, Jimena aceptaba una salida, un alfajor, una propuesta decente.

Esa búsqueda de amparo en un hermano es catalogada por los investigadores como “influencia horizontal”. Y parece que es más fuerte que la “vertical”. “Mi hermana era mi ídola, mucho más que mi vieja -recuerda y confirma Jimena, ahora de 26 años, estudiante de Comunicación en la Universidad de La Plata-. Yo escuchaba la misma música que ella, me vestía como ella… Eso a Celeste le generaba rechazo, nos peleábamos mucho. Hasta que mi hermana se fue de Cipolletti (Río Negro) para estudiar Antropología en La Plata, y esa distancia nos permitió volver a ser amigas”.

Casi cuatro años después, Jimena también fue a estudiar a La Plata (un trayecto que –cinco años más tarde- también repitió Pablo, el hermano menor). Ambas llevan ya siete años juntas en Buenos Aires, un tiempo prudencial que permitió a cada una hacer su vida, su pareja, sus cosas. “Pero es el día de hoy que tenemos un vínculo de muchísima complicidad –asegura Jimena-. Los temas iniciáticos sobre el sexo, las salidas, y los varones yo los hablaba con mi mamá pero hasta ahí, porque si mi mamá me daba recetas para el amor yo estaba perdida: esas recetas eran de otra época”.

Detrás de Celeste y de Jimena llegó Pablo, que ahora tiene 21 años. “Al ser el único varón, Pali tiene la ventaja de saber un montón sobre las mujeres -asegura Celeste-. Nosotras nos metemos y le preguntamos sobre todo: las chicas, la vida sexual, el estudio. Y además le contamos cómo puede llegar a reaccionar y pensar una mujer. Digamos que llegó al mundo con algunas cosas resueltas”.

Según los estudios sajones, el orden de nacimiento deja marcas en la personalidad de un individuo. Uno de los expertos en el tema es el americano Frank Sulloway, autor del libro Nacidos para ser rebeldes e investigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Sulloway afirma que los primogénitos son más responsables y dominantes (y eso en el futuro los transformará en individuos más aptos para ganar dinero); que los del medio son una suerte de jamón del sándwich (tienen un 25 por ciento menos posibilidades que el hermano mayor de ir a una escuela privada, y cinco veces más chances de repetir el año); y que los menores -aunque podrían vivir más relajados- también juntan una bronca que luego se transforma en estallido: al no poder hacer lo mismo que sus hermanos mayores, se rebelan contra ese límite (los ejemplos puestos por Sulloway son Karl Marx y Fidel Castro: ambos hermanos menores).

¿Es todo tan fácil, tan claro, tan perfecto? “Los yankis siempre hacen esas estadísticas raras –previene la psicóloga Beatriz Goldberg-. El lugar que tienen los hermanos indirectamente está siempre marcado por los padres. Son ellos quienes les van dando a sus hijos un rol determinado: el inteligente, el rápido, el rezagado, el que compite. Los padres siempre están para bajar línea”.

Iris Pugliese, co-directora del Centro Psicoanalítico Argentino, coincide con Goldberg. Pero agrega que, eso sí, la hermandad es un buen laboratorio de ensayo de lo que será, más tarde, la inserción en un ámbito social más amplio. “Por ejemplo, si un hermano mayor tuvo que hacerse cargo de sus hermanos menores, seguramente al momento de tener hijos volcará todo un caudal que ya venía trabajando de antes” explica.

“Soy catorce años mayor que mi hermano Daniel, y su llegada a la familia fue vivida por mí como una especie de práctica de lo que sería mi maternidad, que llegó siete años después -confirma Susana Santillán, 56 años, empleada en una escribanía-. Para mí, Dani fue como un hijo: le cambiaba los pañales, lo cuidaba, estábamos mucho tiempo juntos”.

“Cuando yo fui creciendo, entre nosotros había mucha complicidad -agrega Daniel, de 42 años, empleado en una casa de computación-. Quizás ella no me tirara letra para levantarme chicas, pero sí lo hacía su marido. Y siempre que llevaba a una chica a comer a su casa, antes Susy me llamaba y me decía: ¿Ésta cómo se llama? Porque tenía miedo de hacer lío con el nombre”.

Los fantasmas.

Sin embargo, para la psicóloga Silvia Loza Montaña -que trabajó durante un par de años en la Clínica de Terapia Familiar de San Diego- esta profusión de investigaciones más o menos serias tiene que ver con un fantasma social que desvela a las sociedades americanas y europeas: “Allá, las familias están ceñidas a un modelo bastante individualista, cosa que todavía acá no sucede –explica- El estilo de vida yanki llegó a un punto en el que cada uno tiene su habitación y su computadora y no tienen momentos para compartir entre todos. Y desde los claustros están tratando de ponderar qué tipo de consecuencias puede traer, socialmente, este modelo de familia”.

Además de psicóloga, Silvia es madre de Julia e Iván -los dos niños que dieron testimonio en los comienzos de esta nota- y es esposa de Gabriel Mindlin, un físico que, en tiempo de fuga de cerebros, fue varios años a trabajar y vivir con su familia a Estados Unidos. Allí, con los hijos en pleno transplante cultural, Silvia y Gabriel vieron cómo la hermandad era, a pesar de cualquier diferencia, un sistema aparte dentro de la casa. “Lo único que nuestros hijos tienen en común es que forman una cultura propia en contraposición a la de los padres –explica Silvia-. En casa, entre ellos empezaron a hablarse en inglés, y a nosotros nos hablaban en español. Y es el día de hoy que, si quiero explicarle algo a Iván, muchas veces Julia me interrumpe y me dice “Así no te va a entender”, y entonces ella se lo explica con sus propias palabras”.

Aunque la odie, aunque la quiera, aunque la quiera ver lejos, Iván a Julia –entonces- la entiende. “Yo noto que él sigue lo que yo hago –asegura Julia-. Por ejemplo, ahora se enganchó más y lee sus libros, pero antes si yo leía un libro siempre me pedía que después se lo preste. O si yo estudiaba guitarra, él también quería lo mismo. Tiene esas cosas”.

Iván no quiere admitir que tiene esas cosas.

“Sí, aprendo algunas cosas de ella… -duda Iván-. Hace unos días me enseñó un truco para hacer una cuenta, eso yo sí quería. Pero a veces quiere enseñarme algo para molestarme, como para que se parezca la muy interesante, la más grande. Y eso me molesta. Cuando nos quedamos solos, ella me dice que no mire tanta tele, se hace la mamá. Eso también me molesta”.

– ¿Y hay algo que te guste?

– Lo que me gusta es que siempre estoy enojado con ella.

– Algo que te guste.

– Pará: entonces a veces yo estoy haciendo algo y ella se mete como para perdonarme, y empieza a hacer algo conmigo, y empezamos a ver cualquier boludez juntos… Y ahí nos empezamos a reír.

Y cuando ríen, dice Iván, se olvidan del odio.

DESPUÉS DE LOS FUMADORES… Ahora van por los gordos

Sunday, October 1st, 2006

REVISTA actitud* UNA REVISTA QUE NO ES INDEPENDIENTE, Nº 11, aÑO 1, SECCIÓN SALUD, OCTUBRE/2006.

Por María Álvarez. Asesoramiento: Lic. Iris Pugliese

A través de una ley, en EE.UU. se prohibiría el consumo de comidas con alto porcentaje de grasas artificiales.

Un estudio de tres economistas de Estados Unidos reveló que los gastos sanitarios relacionados con la obesidad y el sobrepeso se aproximan a los relativos al tabaquismo. Los primeros representan un 9,1 por ciento, mientras que los segundos se sitúan entre el 6,5 y el 14 por ciento. Vale aclarar que en ese país, más de la mitad de la población es obesa y tiene sobrepeso. Bastó que el informe se hiciera público para que el secretario de Sanidad, Tommy Thompson, pidiera a las grandes cadenas de fast food que tomaran buenas medidas para los norteamericanos y que comenzaran a preparar comidas más equilibradas. Nueva York optó por tomar el toro por las astas y su Junta de Salud votó un proyecto que prohibiría a los restaurantes de la ciudad servir comidas que contengan altos porcentajes de grasas artificiales. De aprobarse, no tardará en extenderse al resto de los Estados, y tampoco en atravesar las fronteras.

Otro informe, elaborado por científicos de la Universidad de Carolina del Norte, concluye en que hoy en el mundo son más los obesos que los desnutridos (alrededor de 1.000 millones con sobrepeso, contra 800 millones de malnutridos). De acuerdo con estos datos, el aumento en el porcentaje de obesos se debe a que si bien las clases extremadamente pobres del mundo en desarrollo siguen siendo desnutridas, en los estratos más altos, que son pobres también, se combina la malnutrición con el exceso de grasas e hidratos de carbono. El problema, según el estudio, reside en que la comida chatarra es mucho más barata y accesible que las frutas y verduras, e insta a los gobiernos, como una de las estrategias posibles y eficaces para revertir la situación, a subsidiar la producción de esos alimentos de forma tal que sean accesibles a un mayor número de personas.

La expectativa de vida en los obesos disminuye en siete años a partir de los 40, ya que la obesidad es una enfermedad sistemática (afecta múltiples órganos). Y está asociada con una mayor prevalencia de diabetes y ciertos cánceres, hipertensión arterial, dislipemias, enfermedades cardiovasculares y trastornos respiratorios, explica el doctor Alberto Nagelberg, médico especialista en Endocrinología del Hospital Durand. La obesidad se define como un exceso de grasa corporal cuya magnitud y distribución afecta la salud del individuo. Si bien muchos obesos suelen presentar cierta compulsión hacia la comida, sólo un porcentaje tiene adicción a la misma. Es una enfermedad de origen multifactorial; en su desarrollo intervienen varios factores: genéticos, ambientales (alimentación hipercalórica y rica en grasas, con exceso de azúcares, falta de fibra y sedentarismo), socioeconómicos y psicológicos, agrega.

La obesidad como el tabaquismo representan serios problemas para la salud, pero las prohibiciones lejos de ser un remedio, suman un problema más al calvario del enfermo. Aunque no se ha demostrado que exista un trastorno específico en la personalidad del obeso, es común observar que sufren diversos trastornos psicológicos. La sociedad actual los discrimina y esto les ocasiona consecuencias en la autoestima que los lleva a vivir sentimientos de desvalorización que les dificulta su relación con otras personas. La historia personal, sumada a los conflictos generados por la presión social, genera una serie de patologías psiquiátricas, tales como angustia, depresión, ansiedad y trastornos alimentarios compulsivos, sostiene el facultativo.

A pesar de que los especialistas aseguran que algunos obesos no son adictos a la comida, es innegable que sus hábitos relacionados con ella distan bastante de aquellos para quienes el sobrepeso no es problema. Las adicciones son dependencias graves con consecuencias devastadoras en la vida real, que afectan negativamente y deterioran los vínculos familiares y sociales, también la salud (física y mental) y la capacidad de inserción social adecuada, detalla en la Argentina la licenciada en Psicología Iris Pugliese. Las opiniones están divididas con respecto a cuáles son las causas que llevan a una persona a convertirse en adicta. Mientras unos se inclinan por considerar que el enfermo tiene poco poder de decisión sobre el comienzo de su adicción, otros creen que los comportamientos adictivos son una elección y que sobrevienen como resultado del contacto frecuente con aquello que lo hace dependiente. Algunos autores enfatizan la importancia de la predisposición, es decir, la personalidad adictiva. En el caso de las adicciones físicas como el alcoholismo, la drogadependencia o el tabaquismo, están quienes creen que la susceptibilidad a ser adicto se transmite genéticamente. También están los que sostienen que es el resultado de comportamientos repetitivos, que en ciertas personas conducen a una dependencia física o psicológica. De todas formas, la clave de la adicción es una necesidad o dependencia obsesivo compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. Cualquier persona puede ser adicta a casi cualquier cosa, asegura la licenciada Pugliese.

Los especialistas coinciden en que detrás de cualquier “dependencia” se esconde una personalidad con baja tolerancia a la frustración, que ante el menor contratiempo se desequilibra y angustia, y que necesita para recuperar el estado de placidez y reducir la ansiedad entrar en contacto periódico con el objeto de deseo que lo esclaviza. Difilcilmente, entonces, las vedas por decreto logren lo que en apariencia dicen buscar: una vida más saludable para todos. La solución es la toma de conciencia por parte del adicto de que dicha esclavitud es altamente dañina para su salud física, psíquica y económica. También pueden contribuir las campañas emprendidas desde el Estado a fin de proponer métodos alternativos más constructivos para bajar la ansiedad, como son la psicoterapia y la psicoeducación, apunta la psicóloga.

UN SINFÍN DE DOLENCIAS

No sólo es riesgoso para la salud el exceso de grasa corporal generalizada, además existe la llamada “grasa visceral”, que es la localizada en el abdomen. Puede evaluarse indirectamente midiendo con un centímetro el perímetro de cintura (el menor contorno del tronco), siendo patológico cuando es mayor de 80 cm en la mujer y mayor de 94 cm en el hombre. La grasa visceral produce sustancias que originan “insulinorresistencia”. La insulina es una hormona que permite introducir la glucosa en las células, pero en muchos obesos su acción está disminuida y sus células se vuelven resistentes. La “resistencia a la insulina” puede generar diabetes y enfermedades cardiovasculares y manifestarse en piel como “acantosis nigricans” (engrosamiento negruzco en cuello, axilas e ingles). Se asocia con el síndrome metabólico, un conjunto de alteraciones metabólicas que predisponen al desarrollo de diabetes y aumentan el riesgo cardiovascular. También se asocia con el síndrome de ovario poliquístico, que es la patología endócrina más frecuente en mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por trastornos menstruales, aumento de vello y/o acné. Otra patología que se observa entre el 70-90% de obesos es la esteatosis hepática no alcohólica, que consiste en el depósito de grasa en el hígado, entidad benigna, asintomática, que en algunos casos puede llevar a la cirrosis. ¿Cómo se determina si hay obsesidad? Calculando el índice de masa corporal (IMC), que es la relación entre el peso y la altura. Un individuo tiene peso normal si su IMC se encuentra entre 18,5-24,9, tiene sobrepeso con IMC entre 25 y 29,9 y obesidad cuando es superior a 30.