El PELIGRO DE ENAMORARSE DE UN PSICÓPATA

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Sección Relaciones, 14/07/2005
Por Cecilia Galli
Aunque suelen ser hombres encantadores y persuasivos, son también tramposos y dañinos. ¿Cómo reconocerlos para no caer en una relación destructiva?

Él la llenó de flores y regalos y ella, que es sensible, se enamoró enseguida. Pronto, él le sugirió que renuncie y se vaya a trabajar con él.
Luego, le dijo que no pasara tanto tiempo con sus hijos, entonces ella los dejó al cuidado de su ex marido. Se fueron a vivir juntos pero un día, cuando la mujer había perdido el contacto con su entorno social y había dejado sus proyectos, él la dejó sin darle ninguna explicación.

“De a poco los psicópatas van captando las cualidades, conocimientos y características de sus parejas y las usan. Obtienen contactos, información, conocimientos y muy sutilmente activan una profunda descalificación – describe la Lic. Iris Pugliese, psicóloga, codirectora del Centro Psicoanalítico Argentino -. Cuando la autoestima de ella está totalmente socavada la dejan”.

Esa descalificación provoca que la mujer se deprima y en ese estado lo siga idealizando y no se dé cuenta de que se siente así porque el psicópata, que es muy sutil, la llena de culpas.

“Lo que excita a los psicópatas y mayor satisfacción les produce, es engañar a la mujer que los ama y se juega por ellos y lo hacen sin la mínima preocupación por el daño o el dolor que causan”, explica la licenciada. Y advierte que, a pesar de que juren y perjuren, “los psicópatas tienen pocas posibilidades de cambiar”.

“No son ni locos, ni cuerdos: son simplemente personalidades anormales, que tienen una especial manera de ser y de relacionarse con los demás que desentona con el resto de una comunidad determinada”, explica Pugliese.

Existen ciertas características de la personalidad de un psicópata, que permiten identificarlos y saber cómo hacerles frente, para seguir con ellos o alejarse definitivamente.

En su artículo “El psicópata: un hombre especial del que convendrá… ¡huir!”, Iris Pugliese enumera algunas de ellas. Son locuaces y persuasivos, impulsivos e inquietos, expertos en declaraciones de amor que tienen como objetivo obtener un bien deseado, e incapaces de manifestar sentimientos de culpa. Se especializan en prometer –hipócritamente- enmendar su comportamiento si son descubiertos en mentiras, culpan siempre a los demás por sus errores. Además, los psicópatas insisten en obtener apoyo y comprensión incondicionales, y responden a los cuestionamientos con acusaciones de no ser amados.

“Mi pareja siempre se quejaba de que no lo consultaba antes de tomar una decisión –relata Juana, quien estuvo casada con un psicópata-. Y de esa forma me controlaba. Después de un tiempo, terminé alejándome de mis amigos y de mis familiares”.

Juana relata que buscó ayuda psicológica cuando descubrió que estaba deprimida. Trabajando en terapia, se dio cuenta de que el problema estaba en la personalidad de su marido, y decidió separarse. “Pero él me manipulaba, y terminaba sintiéndome atraída hacia él”.

Cuando por fin pudo terminar la relación, habían pasado varios años, y la mujer estaba sola, porque su pareja la había alejado de sus contactos sociales.

Otro caso es el de Carola, cuyo marido cambió radicalmente luego de una separación. “Después del divorcio, él utilizaba la táctica de ser seductor, pero con nuestro hijo. Era una persona completamente diferente conmigo que con él; finalmente logró que nuestro hijo decidiera mudarse con él”.

“El psicópata tiene un componente envidioso: cuando no necesita a la pareja, la destruye”, observa Pugliese. La psicóloga también explica que “se da una complementariedad perfecta entre un hombre que no concibe la vida sin un poco de riesgo, encanto y acción, y una mujer que al no elaborar viejos conflictos infantiles relacionados con la idealización de padres omnipotentes, termina durmiendo con el enemigo”.

“En principio, para que una mujer se enamore de un psicópata, tiene que ser una persona psíquicamente dependiente. La pareja de un psicópata es una mujer melancólica” –define el Lic. Andrés Sánchez Bodas, psicólogo y Director de Holos San Isidro.