APASIONADAMENTE ANTISEXO

Portada de Ciudad.com.ar y link a Clarín, 1/04/2005.
Sección Relaciones
Por Cecilia Galli
Un grupo de personas se declara en contra del sexo y aspira a que desaparezca el deseo sexual en el mundo.

Diferentes sitios web agrupan a individuos de diversos países, orientaciones sexuales y edades, que dicen estar en contra del sexo. Y no se trata sólo de personas asexuales, ni de gente que elige el celibato por motivos religiosos: los antisexo son personas que buscan suprimir, o han suprimido por completo, el deseo sexual.

¿El motivo de aborrecer algo que es intrínsecamente natural a la especie humana? “Creemos que el sexo es similar a las drogas, tanto en sus efectos físicos como sociales. El sexo pone instintos primitivos por sobre el intelecto, y convierte al ser humano en un animal primitivo –explica Yuri Nesterenko en su página-. El sistema de prioridades se deforma; esto conduce a perversiones de todo tipo, incluyendo algunas peligrosas para la sociedad. Incluso sin perversiones, la urgencia de obtener una nueva dosis de la ‘droga’ lleva a gente de todo tipo a cometer errores estúpidos, engaño y crimen. El sexo suele arruinar amistades, y estimula la mentira y el juego injusto. Si la energía que la humanidad desperdicia en la satisfacción de la lujuria se usara en áreas más valuables, la civilización alcanzaría mucho más éxito, y habría menos conflictos destructivos entre individuos y grupos sociales”.

También hay antisexo moderados que opinan que cada persona puede hacer lo que quiera “mientras no lo hagan con ellos”, el ideal de quienes sostienen la postura más radical sería suprimir por completo el deseo sexual de todos, para alcanzar relaciones más puras entre hombres y mujeres. ¿Y cómo se conservaría la especie? Si bien los radicales no condenan el sexo con fines reproductivos, los métodos de concepción artificial son lo deseable.

“Antes, la norma era que las mujeres llegaran vírgenes al matrimonio; la represión era, hasta los 60, la moda y lo consensuado –explica la psicóloga Iris Pugliese, co-directora del Centro Psicoanalítico Argentino-. Luego vino una época de destape, y las relaciones sexuales se fueron dando en forma más precoz. Después del destape era lógico que volviera la represión del deseo sexual, por diversas razones”.
La psicóloga sostiene que “en esta cultura del antisexo, el amor va quedando postergado. La sexualidad forma parte del amor. Cuando se hace prevalecer a la razón, se deja de lado el amor. Sería como un hombre máquina. El hombre busca homologarse, identificarse con la computadora”.

Alessandra Rampolla, la sexóloga de Cosmopolitan TV, agrega lo suyo: “básicamente, la postura que sostengo como sexóloga y como persona es que la sexualidad es parte de lo que compone en su totalidad al ser humano. Es una parte integral de cada persona. Pensar que algo que nos compone es malo, está mal o causa daño me parece completamente absurdo, porque no creo que el ser humano deba denegar algo que en esencia lo define”.
“Decir que el sexo es malo y aberrante, no está bien; es lo contrario: la persona que integra su sexualidad y la maneja saludablemente es mucho más poderosa que la persona que deja de lado la sexualidad –continúa Rampolla-. Para poder manejarse intelectualmente, uno tiene que manejar ciertos niveles de relajación, comodidad y bienestar físico, y el sexo es una de las cosas que puede proveer eso de la manera más fácil y más completa que existe. Además de que emocionalmente el ser humano necesita estar en cierta paz, y una conexión emocional más intensa, más rápida que la que se da a través del sexo, no existe: el sexo comunica cosas que las palabras no pueden comunicar”.

La sexualidad

Según la opinión de Alessandra Rampolla, hay mucha controversia sobre este tema, y no para todo el mundo significa lo mismo ser asexual: “el término, o el sello en la frente que dice que uno es asexual, es algo que cada uno se pone. Uno tiene que autodefinirse asexual; no es que porque uno llene ciertos requisitos, o que lleva ese título como consecuencia de sus acciones, sino que depende de cómo se siente cada uno”.
“Para algunas personas –continúa la sexóloga-, se trata de que no sienten atracción hacia otra gente: no sienten atracción alguna por las personas a su alrededor. Hay otros que se definen como asexuales porque no tienen suficiente deseo sexual o motivación, aunque sí pueden sentir atracción, pero la motivación no tiene un nivel tan elevado como en otras personas, y entienden que como no sienten tantas ganas tan frecuentemente como otros, deben ser asexuales. Y si además están sin pareja, o no están practicando y no le dan importancia, pueden definirse como asexuales”.
Por último, Rampolla explica que “hay quienes son asexuales porque son homosexuales, o tienen tendencias que no son tan aceptadas socialmente, y para evitar estar en una situación incómoda, prefieren autodenominarse asexuales”.

¿Quién es asexual?

Para la experta, no es común que la gente sea asexual en el sentido de que no siente atracción por otros, sino que “optan por no practicar su sexualidad”.