AUTOESTIMA: SEGURA, PERO NO TANTO

Revista Luna Nº 924, Sección Conductas, 15/03/2002
Por María Gabriela Ensinck
Si usted cree que para alcanzar el éxito debe tener la autoestima alta los 365 días del año, va por mal camino. A veces, sentirse “como la mona” es lo que permite conocer sus errores y limitaciones.
Un excesivo sentimiento de superioridd provoca rechazo y a la larga lleva a fracasar.
Cómo encontrar el punto justo.

“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”, decía Eleanor Roosevelt. No existe un juicio de valor más importante, ningún factor es más decisivo en el desarrollo personal de cada uno que la propia valoración.
“La autoestima es la imagen que cada persona tiene de sí misma –dice la psicóloga Iris Pugliese, co-directora del Centro Psicoanalítico Argentino–. Es un sentimiento, pero además es un juicio de valor acerca de las propias capacidades, virtudes y potencialidad tanto a nivel físico como psicológico”.
Pero la autoestima no es un juicio estático para toda la vida. Hay períodos, como la adolescencia, en los que tiende a estar demasiado alta. “El adolescente deja de idealizar a los padres y cae en el extremo de creerse superior a ellos. Tiene actitudes omnipotentes que se manifiestan por ejemplo en el manejo del tiempo: cree que puede preparar un examen el día anterior”, describe la psicóloga.
Generalmente se piensa que lo ideal es mantener la autoestima bien alta. Sin embargo, en una personalidad madura, es normal que fluctúe y en algún momento esté baja. “De lo contrario, el exceso de amor propio nos impediría reconocer nuestras limitaciones”, advierte Pugliese.
Este nuevo enfoque, enunciado por el antropólogo norteamericano David Reynolds en varios de sus libros, sugiere que los momentos de baja autoestima son útiles para poder alcanzar el éxito.

La propia imagen

La protagonista de “El casamiento de Muriel”, una chica rellenita a quien su familia y amigos trataban de inútil, un día da un vuelco y empieza a decidir y hacer cosas por sí misma. Y hasta conquista el amor de un hombre que se había casado con ella sólo por conveniencia.
La autoestima no depende necesariamente de nuestro aspecto físico. Como la heroína de “Betty la fea”, muchas personas saben que no son bellas, sin embargo, su actitud las hace atractivas y tienen más éxito que las mujeres hermosas.
La autoimagen es algo que se construye a lo largo de la historia personal, pero fundamentalmente en la infancia. “El primer ser significativo es la madre”, explica Pugliese, y de sus juicios y actitudes hacia el niño dependerá la imagen que pueda formarse de sí mismo”.
Uno de los pilares de la autoestima es la autoaceptación, que implica reconocer los propios errores y aciertos. También darse permiso para tener pensamientos propios y equivocarse.
Además son importantes la auto-confianza (estar seguras de nuestras capacidades y potencialidades); y la auto-responsabilidad para hacernos cargo de las decisiones que tomamos, sin culpar a los demás por nuestros errores.
Tener un juicio equilibrado sobre sí misma requiere eliminar ciertos pensamientos que distorsionan la realidad. Por ejemplo, el hecho de ver la vida en “blanco y negro”, sin aceptar matices; y la generalización extrema, que lleva a que una mala experiencia tenga sabor a fracaso y nos inhabilite para un nuevo intento.

Ni muy arriba, ni tan abajo

El nivel de autoestima tiene profundas consecuencias en todos los aspectos de la vida. Influye en el trabajo, el amor, el sexo, en las relaciones con la pareja, los amigos, los hijos y en el logro de los propios objetivos y la felicidad.
Quienes tienen una alta autoestima suelen ir hacia adelante, tomar decisiones y asumir responsabilidades. Tienen fe en sí mismos, y esto las ayuda a lograr lo que se proponen. Sin embargo, hay personalidades que tienden a una autovaloración exagerada: se creen los salvadores del mundo, o se embarcan en proyectos faraónicos que son imposibles de llevar a cabo.
En tanto, las personas que tienen la autoestima baja dan mucha importancia a lo que se dice y piensa de ellas, son inseguras y a menudo desconocen sus propias emociones y sentimientos, porque están más pendientes de los demás que de sí mismas. Les cuesta mucho llegar al éxito, y cuando lo consiguen no pueden disfrutarlo. Simplemente porque no se creen merecedoras de él.
En su justa medida, la autoestima implica poder dar y recibir elogios, afrontar las críticas de los demás y reconocer lo que hay de verdadero o de falso en ellas, expresar con naturalidad las emociones y pensamientos y no culparse por sentir rabia o enojo.
Sentirse bien con uno mismo no implica tener comportamientos egoístas, codiciosos o desconsiderados con los demás. A la larga, las personas que tienen un concepto demasiado elevado de sí mismas terminan generando la envidia y el rechazo social.

Libros

“Cómo mejorar tu autoestima”, de Elaine Sheehan (Océano)
“La autoestima en el trabajo”, de Nathaniel Branden (Paidós)

Claves para estar bien con una misma

auto-aceptación
auto-confianza
auto-responsabilidad
auto-determinación

Test de autoestima

Marque con una cruz la opción con la que más se identifica, tratando de ser sincera y espontánea.

1. Si alguien le pide un favor que no tiene tiempo o ganas de hacer…
a. Pese a todo lo hago, no sé decir que no.
b. Doy una excusa cualquiera para no tener que hacerlo
c. Le digo la verdad, que no quiero o no puedo hacer lo que me pide.

2. ¿Cuando está en grupo le cuesta tomar decisiones?
a. En general no.
b. Depende de la confianza que tenga con la gente del grupo.
c. En general sí.

3. Si pudiera cambiar algo de su aspecto físico que no le gusta…
a. Cambiaría bastantes cosas para así sentirme mucho mejor.
b. No creo que necesite cambiar nada de mí.

c. Estaría bien, pero no creo que cambiara nada esencial de mi vida.

4. Su superior la reprende en voz alta como diciendo que su trabajo está mal hecho…
a. Trato de que se calme y baje la voz y pienso que la próxima vez lo haré mejor
b. No tiene ningún derecho a gritarme, y se lo hago saber.
c. Me molesta que me deje en evidencia y lo paso mal.

5. ¿Le preocupa la impresión que causa sobre los demás?
a. No siempre, sólo cuando me interesa esa persona.
b. Mucho, no soporto que alguien me tenga mal considerado.
c. Lo que los demás piensen de mí no me preocupa para nada

6. ¿En general logra lo que se propone?
a. Sí, nada me detiene cuando quiero lograr algo.
b. No siempre lo logro pero siempre lo intento.
c. Me cuesta mucho conseguir lo que quiero.

7. Cuando tuvo algún fracaso amoroso, ¿de quién piensa que fue la culpa?
a. Mía.
b. Cada fracaso es distinto, a veces uno a veces otro.
c. Del otro.

8. Si realiza un trabajo, ¿espera el reconocimiento de los demás?
a. Normalmente sí.
b. El valor de cualquier trabajo es independiente del juicio de quien sea.
c. El valor de mi trabajo soy yo el único que puede juzgarlo.

Sume puntos de acuerdo a la siguiente tabla

1. a=1, b=2, c= 3

2. a=3, b=2, c=1

3. a=1, b=3, c=2

4. a=2, b=3, c=1

5. a=2, b=1, c= 3

6. a=3, b=2, c=1

7. a=1, b=2, c=3

8. a=1, b=2, c=3

Resultados

hasta 12: baja autoestima de 13 a 19: autoestima media 20 y más: alta autoestima