DEPRESIÓN: CERCAR AL ENEMIGO OCULTO

REVISTA LUNA Nº 903 Editorial Perfil
Por María Gabriela Ensinck. Asesoramiento: Dra. Andrea López Mato y Lic. Iris Pugliese.
Esta enfermedad será en el 2020 la segunda causa de discapacidad y muerte en los países desarrollados. Aunque puede ser combatida con medicación y psicoterapia, la mayoría de los pacientes abandona los tratamientos. Una nueva droga de toma semanal ayudaría a completarlos.

En este planeta tan inestable y con pocas certezas la Organización Mundial de la Salud (OMS) vaticinó hasta hace dos décadas que la depresión será la mayor epidemia del siglo XXI.
Y no se equivocó. Unas 340 millones de personas en el mundo la padecen, ocupa el cuarto lugar entre las diez mayores causas de discapacidad y muerte y se estima que en 20 años más saltará al segundo puesto, después de las enfermedades cardiovasculares.
“Se suele hablar de depresión como sinónimo de tristeza, pero no son lo mismo”, aclara Iris Pugliese, co-directora del Centro Psicoanalítico Argentino.
La tristeza es un estado de ánimo que sucede a una situación de duelo por la pérdida de un ser querido, la frustración de un proyecto o una desilusión. Pero tras un tiempo se supera el mal trance y continúa la vida normal.
Frente a la misma situación, algunos reaccionan con una enfermedad depresiva que, además de ánimo triste conlleva sentimientos de auto reproche, inhibición psicomotriz y síntomas corporales como cefaleas o problemas digestivos.
¿Qué determina que algunos se depriman y otros no? “Se combinan la predisposición genética, la historia personal y una serie de sucesos vitales, tales como cambios o pérdidas”, indica Pugliese.
Además de tristeza, desgano, pensamientos negativos, alteraciones del sueño y del apetito, el deprimido experimenta cambios químicos en el cerebro, relacionados con los niveles de serotonina (un neurotransmisor que regula varias funciones cerebrales, incluyendo el estado de ánimo).

Buscar ayuda.

Según la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, sólo la tercera parte de los deprimidos buscan ayuda profesional, y de ellos, sólo un cuarto recibe el tratamiento en la dosis y duración adecuada.
Aunque existen drogas muy eficaces que, combinadas con psicoterapia, revierten los síntomas, uno de los mayores desafíos es lograr que los enfermos cumplan con el tratamiento, que debe durar 6 meses a 1 año, de acuerdo al tipo de depresiónc. “Muchos dejan de tomar la medicación en cuanto desaparecen sus síntomas, creyendo que están curados, señala la psiquiatra Andrea López Mato, directora del instituto de Psiquiatría Biológica Integral y vicepresidenta del colegio argentino de Neuropsicofarmacología. Así aumentan el riesgo de futuros episodios siempre de mayor intensidad y con posibilidad de secuelas físicas.
Para evitar el abandono temprano de los tratamientos, un nuevo antidepresivo de toma semanal fue lanzado por el laboratorio que fabrica el Prozac, el antidepresivo más conocido. Se trata de DURAPAC que al igual que su antecesor, contiene fluoxetina, un poderoso inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), que regula los niveles de ese neurotransmisor en el cerebro.
“La dosis semanal está indicada para los que ya están tomando Prozac y se encuentran en una fase de mantenimiento” aclara el psiquiatra Jorge Rovner, a cargo de los ensayos clínicos que se hicieron con esta droga en la Argentina.

Medicación y terapia

Sin embargo, la mejor forma de tratar la depresión es combinar los psicofármacos con una psicoterapia. Un estudio realizado en Estados Unidos con tres grupos de pacientes, a los que se indicó; sólo antidepresivos (A), sólo psicoterapia (B) y una combinación de ambos (C), demostró que quienes recibieron sólo antidepresivos obtuvieron mejores resultados que los que sólo hicieron psicoterapia. Pero la combinación de ambos resultó la forma más eficaz de recuperación.
Ocurre que para llegar a un buen tratamiento hay que hacer un buen diagnóstico. Y aún existe un estigma social muy grande sobre las enfermedades mentales que impiden que las personas consulten tempranamente a un especialista.
Según las estadísticas la mayoría de las personas deprimidas deambula por cuatro o cinco consultorios médicos antes de llegar a un psicólogo o psiquiatra. Es que la depresión suele enmascararse en padecimientos físicos.
La depresión puede prevenirse mediante una actitud mental positiva y un estilo de vida saludable. Pero cuando se instala hay que actuar a tiempo: sólo así se evitará que reaparezca con más fuerza.

CIFRAS PARA EL ASOMBRO

• EL 80 por ciento de los afectados por un episodio depresivo presentan algún síntoma corporal, por lo que acuden a médicos y no a un psiquiatra.
• Cerca de 60 por ciento de los suicidios están relacionados con la depresión, y el 15 por ciento de los que ingresan a un hospital por depresión llegan al suicidio.
• Los antidepresivos utilizados adecuadamente producen una mejoría significativa en el 65 a 80 por ciento de los casos.
• Un episodio de depresión fuerte tiene un 50 por ciento de probabilidad de episodios subsecuentes, y con cada uno de ellos, el riesgo de recurrencia aumenta un 90 por ciento.
• El 25 por ciento de los que suspenden los tratamientos antes de los 4 meses recaen en los dos siguientes.
• Los tratamientos deberían ser de 6 meses para el primer episodio, 9 meses o más para el segundo, y cuando hubo 3 o más episodios, desde 1 o 2 años hasta de por vida.
• La mayoría de los depresivos lo abandonan durante los 3 primeros meses.

Fuente: Congreso de Depresión en América latina, en México, 2oo1

LAS MUJERES SON MÁS VULNERABLES

Se estima que la depresión afecta a 3 mujeres por cada hombre. La razón es una mayor vulnerabilidad fisiológica, debido a los cambios hormonales que se producen en el ciclo menstrual, la menarca, el embarazo y la menopausia. Desde el punto de vista socio-cultural, la mujer está hoy más expuesta al estrés, constantemente demandada en el plano laboral y en el familiar.
También incide la historia personal familiar. Quien padeció depresiones y no recibió una contención familiar adecuada, probablemente verá agravados sus síntomas y el tratamiento se tornará más difícil.

ATENCION CON ESTOS SÍNTOMAS

Irritabilidad
Falta de interés
Cambios de peso
Alteraciones del sueño
Fatiga
Dificultad para concentrarse
Ideas suicidas
Tristeza
Sentimiento de inutilidad
Sentimiento de culpa
Depresión